domingo, 8 de junio de 2014

Alimentos para mejorar rendimiento y deseo sexual

Desde mucho antes de que Cleopatra ofreciera ostras a Marco Antonio con el fin de mejorar sus relaciones sexuales, los seres humanos han estado buscado afrodisíacos, pociones casi mágicas para aumentar el deseo y, lo más importante, mejorar el rendimiento sexual, especialmente en relación con el hombre. Por supuesto, los hombres también desean sustancias que aumenten el nivel de deseo y el rendimiento en las mujeres. La pregunta es, ¿existen realmente tales afrodisíacos? Sino existe, ¿hay algún alimento capaz de mejorar el rendimiento y el deseo?

Durante años, se han ofrecido al público diversas sustancias como afrodisíacos. La evidencia científica, sin embargo, indica que realmente no hay ninguna fórmula mágica única que de repente estimule el deseo sexual y mejore el rendimiento de las personas en sus relaciones sexuales. Algunas sustancias, como la moca española, vendida durante mcuho tiempo como afrodisíaco, puede ser muy peligrosa para la salud. El consumo de alcohol, por otro lado, no mejora ni el deseo ni el rendimiento como algunos afirman, en cambio, reduce, temporalmente las inhibiciones. Además, realmente puede funcionar en contra de los que desean un mejor rendimiento sexual a largo plazo, especialmente si se abusa de él. 

El mayor poder afrodisíaco de los alimentos reside más en su forma de compartirlos y disfrutarlos que en sus propiedades

En los últimos años, ha salido a la luz mucha información sobre los beneficios nutricionales derivados de comer arándano, ya que estos diminutos frutos están llenos de vitamina C y de otros antioxidantes. Algunos nutricionistas ahora se refieren a estas bayas como un alimento super sexual debido a que están llenos de fibra soluble que ayuda a mover grandes cantidades de colesterol por el sistema digestivo antes de que encuentre su camino hacia las arterias. Además, los arándanos contiene compuestos que ayudan a relajar los vasos sanguíneos y, por tanto, mejorar la circulación, esencial para una buena salud sexual.

L-arginina

La L-arginina es un aminoácido y proteína que tiene un largo camino hacia la salud sexual a través de su capacidad para promover los altos recuentos de esperma. Aunque apoya la salud en general, se puede encontrar en forma de suplemento, pero ya es común en muchos alimentos como cacahuetes, nueces y anacardos. Las pepitas de girasol y las semillas de lino son excelentes fuentes de este aminoácido, como diferentes verduras, qu4e incluyen ajo, cebollas, espinacas y col rizada. Finalmente, los productos de origen animal altos en esta proteína incluyen atún, salmón, camarones y pollo. Como la buena circulación apoya la salud sexual de los hombres y de las mujeres, el jengibre y el ají son muy recomendables. Como un bono adicional, estos estimulan las terminaciones nerviosas, lo que llevará a una experiencia más placentera.


Aumentar la testosterona

Huelga decir que los niveles de testosterona saludable aumentan la estamina y, por tanto, el rendimiento en personas de ambos sexos. Además, los niveles saludables de esta hormona sirven para aumentar el deseo sexual. Existen diversos alimentos y agentes naturales que con seguridad pueden mejorar los niveles de testosterona en la edad media y más allá. La vitamina F, conocida como ácidos grasos esenciales, se encuentra en varios tipos de peces de agua fria y en sus aceites, así como en verduras, algunos aceites  vegetales, nueces y semillas. Estos nutrientes necesarios promueven la buena salud y apoyan los niveles hormonales saludables. El extracto de ginseng y de tribulus terrestris también se consideran seguros.

domingo, 1 de junio de 2014

EL MAPA CORPORAL DE LAS EMOCIONES


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Un equipo de científicos finlandeses ha logrado generar un mapa corporal que muestra las emociones humanas. Estos investigadores de la Universidad de Aalto descubrieron que cada emoción genera respuestas concretas en zonas corporales determinadas, siendo estas reacciones independientes del sustrato cultural del sujeto.
Por consiguiente, los investigadores finlandeses llegaron a la conclusión de que este mapa de las emociones sugiere que las respuestas emocionales humanas tienen fundamento biológico y son universales.
El estudio explica que las reacciones emocionales del cuerpo humano son mecanismos biológicos que nos habilitan para responder ante un contexto cambiante, capacitándonos para defender nuestra integridad o para disfrutar de los buenos momentos.
Según Lauri Nummenmaa, profesor de neurociencia y uno de los miembros destacados del equipo que realizó la investigación, las emociones modulan no únicamente la salud mental del sujeto, sino también el estado corporal del mismo.
“Así, las emociones nos preparan para poder responder de forma casi instintiva a los peligros. Asimismo, nos habilita para reaccionar en otros contextos, como en el caso de el disfrute de las interacciones sociales”.
Mapa de emociones: felicidad y amor
Para llevar a término la investigación, se realizaron un total de 5 experimentos en los que 700 sujetos debían ubicar en qué parte del cuerpo sentían cada una de las emociones básicas: ira, asco, miedo, tristeza o felicidad, así como otras emociones más complejas, como la ansiedad, la depresión, el orgullo, la envidia o la vergüenza.
Los participantes del estudio colorearon en un maniquí las áreas que se activaban en mayor o menor grado conforme iban escuchando ciertas palabras que se asociaban a cada una de las emociones. El rojo designaba las zonas con una mayor actividad, mientras que el azul hacía lo propio con las zonas de menor influencia.
Se puede apreciar en la imagen, que las dos emociones que causan una respuesta corporal más intensa son el amor y la alegría.
Del mismo modo, se puede ver como, a grandes rasgos, todas las emociones básicas se localizan en la parte superior del tronco, donde se ubican los órganos vitales, y muy destacadamente en la cabeza.
“Echar un vistazo a la topografía de las emociones corporales nos permitirá idear una herramienta para el estudio de las emociones. Es posible que esta herramienta pueda, en un futuro, ofrecer una relación de signos biológicos de ciertos trastornos emocionales”, afirman los investigadores.
Paralelamente a la prueba que pretendía evocar las emociones a partir de palabras, también se realizaron otros cuatro experimentos mediante imágenes, fotografías, relatos y cortos cinematográficos que pretendían transmitir a los participantes las mismas emociones.
Con el fin de cerciorarse de que el mapa corporal de las emociones era independiente del sustrato cultural o grupo lingüístico al que formaban parte los sujetos, el estudio fue repetido con tres grupos étnicos y culturales distintos: finlandeses, suecos y taiwaneses.
Los investigadores coincidieron en señalar que los resultados mostraban coincidencias más allá de la procedencia cultural de los participantes: parece, pues, que la reacción corporal a las emociones es universal.