miércoles, 26 de marzo de 2014

Diabetes: síntomas y recomendaciones alimentarias

La Diabetes es una enfermedad crónica que se caracteriza por presentar altos niveles de azúcar en sangre.

Hay dos tipos principales de diabetes. Las causas y los factores de riesgo son diferentes para cada tipo:
  • Diabetes tipo 1: puede ocurrir a cualquier edad, pero se diagnostica con mayor frecuencia en niños, adolescentes o adultos jóvenes. En esta enfermedad, el cuerpo no produce o produce poca insulina y se necesitan inyecciones diarias de esta hormona. La causa exacta se desconoce. 
  • Diabetes tipo 2: corresponde a la mayoría de los casos de diabetes. Generalmente se presenta en la edad adulta; sin embargo, ahora se está diagnosticando en adolescentes y adultos jóvenes debido a las altas tasas de obesidad. Muchas personas con este tipo de diabetes no saben que padecen esta enfermedad.  
SÍNTOMAS:
Los niveles altos de azúcar en la sangre pueden causar diversos síntomas, como:
  • Visión borrosa
  • Sed excesiva
  • Fatiga
  • Micción frecuente
  • Hambre
  • Pérdida de peso
Debido a que la diabetes tipo 2 se desarrolla lentamente, algunas personas con niveles altos de glucemia son completamente asintomáticas.
Los síntomas de la diabetes tipo 1 se desarrollan en un período de tiempo corto y las personas pueden estar muy enfermas para el momento del diagnóstico.
Después de muchos años, la diabetes puede llevar a otros problemas serios:
  • Usted podría tener problemas oculares, como dificultad para ver (especialmente por la noche) y sensibilidad a la luz. Usted podría quedar ciego.
  • Sus pies y su piel pueden desarrollar úlceras e infecciones. Algunas veces, un pie o pierna posiblemente necesite amputación. 
  • Los nervios del cuerpo pueden sufrir daño y causar dolor, picazón y pérdida de la sensibilidad.
  • Debido al daño en los nervios, usted podría tener problemas para digerir el alimento que come y podría sentir debilidad o tener problemas para ir al baño. El daño a los nervios también puede dificultar la erección en los hombres.
RECOMENDACIONES ALIMENTARIAS:

La alimentación es esencial en el cuidado y el manejo de la diabetes, constituyendo uno de los pilares fundamentales para un buen control de la diabetes.
Para la buena realización de la dieta se han redactado una serie de recomendaciones dietéticas que debe conocer y llevar a cabo la persona con diabetes. Los objetivos de la dieta para la población diabética son:
  • Mantener la glucemia en unos límites adecuados, modificando la ingesta de los alimentos con la medicación y con la actividad física.
  • Normalizar el perfil lipídico y mantener un buen control de la tensión arterial.
  • Mantener el peso dentro de unos límites normales.
Para conseguir estos objetivos es necesario que la dieta:
  • Sea equilibrada y completa.
  • Proporcione las calorías necesarias para mantener o reducir el peso y, en niños y adolescentes, permita un crecimiento y desarrollo adecuado.
  • Incremente las necesidades calóricas en el embarazo y lactancia.
  • Prevenga y ayude a tratar complicaciones agudas, sobre todo la hipoglucemia, y la complicaciones crónicas.
En la población de personas con DM se recomienda una ingesta:
  • Variada, que permita su cumplimiento y que nos aporte todos los macro y micronutrientes necesarios para el buen funcionamiento de nuestro organismo.

  • La ingesta de proteínas debe constituir en torno 10-20% de la calorías totales diarias. En aquellas personas con neuropatía diabética el consumo de proteínas recomendado es más bajo, entorno al 10%.
  • El aporte de las grasas debe ser menor del 10% en grasas saturadas y ≤10% en poliinsaturadas. El resto de las grasas deben ser monoinsaturadas. El consumo de colesterol debe ser menor de 300 mg/día. El porcentaje total de grasas va a depender del peso y del perfil lipídico que presente la persona con diabetes:

    • Si el peso y el perfil lipídico son normales, las grasas totales de la dieta deben ser <30% de las calorías totales y las grasas saturadas <10%.
    • Si el colesterol LDL está elevado: las grasas saturadas deben ser <7% de las calorías totales y el colesterol de la dieta <200 mg/día.
    • Si hay sobrepeso hay que reducir el porcentaje de grasas totales de la dieta.
    • Si los triglicéridos están elevados es conveniente incrementar moderadamente las grasas monoinsaturadas y consumir <10% de grasa saturadas y restringir los carbohidratos. Si esta elevación de los triglicéridos es muy elevada es necesario limitar todas las grasas de la dieta (<10% de las calorías totales).

  • En cuanto a los Hidratos de Carbono: deben restringirse los azúcares simples y los que se ingieran deben ser complejos. Se pueden emplear edulcorantes, se debe aumentar el consumo de fibra, cereales y legumbres. La fibra enlentece la absorción de los hidratos de carbono. Constituyen entre el 60-70% de las calorías totales de la dieta.

  • Debe limitarse la cantidad de sal en la dieta, recomendándose no superar los 3 gramos de cloruro sódico (sal común) al día. Si hay hipertensión arterial, el consumo de sal debe ser ≤2,4 gramos y si hay neuropatía e hipertensión arterial, el consumo de sal debe ser <2 gramos.

  • La ingesta de alcohol no acompañada de ingestión de otros alimentos en las personas con diabetes tratadas con insulina (o con hipoglucemiantes orales) puede producir hipoglucemia. El consumo moderado de vino con la comida se ha relacionado con una menor morbi-mortalidad cardiovascular. Las personas con hipertrigliceridemia, hipercolesterolemia, neuropatía, hepatopatía, pancreatitis, en embarazadas, o si hay historia de alcoholismo, se recomienda abstención.

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